La concepción del boceto puede ser directa y espontanea, acorde al interés técnico y conceptual del artista; aunque se recomienda la elaboración y uso de un boceto previo que de la posibilidad de corregir errores de composición, caracterización, ritmo y otros valores estéticos-funcionales que enfocan el dibujo desde la visión del diseño.
El área o las dimensiones de la cartulina o papel utilizado en el boceto han de corresponder de forma proporcional con el área real de la obra.